Cuentos e Historias Tomo II

LOS DONES DEL CIELO. SOBRE LA NATURALEZA DEL TAO

Y EL ORIGEN DE LAS COSAS

Todas las cosas tienen su origen en el Tao, el vapor primordial e indiferenciado que da la vida a todas las cosas.
Hay cuatro etapas de la creación; la Unidad original, en la que todas las cosas están indiferenciadas unas de las otras; el Nacimiento original, en el que el Vapor primordial ha tomado forma y todo se halla contenido en su abrazo; el Comienzo primordial, en el que las energías yin y yang interactúan para producir las formas y los contornos de las cosas; y la Sustancia primordial, en la que las formas asumen cualidades y características definidas.
La humanidad es un producto de la integración de las energías yin y yang y, como todas las cosas vivas, atravesamos el ciclo del nacimiento, el crecimiento y la muerte.
Así pues, nacimiento y muerte son acontecimientos naturales contra los que no se debe luchar. Por deber nuestra existencia al Tao, no poseemos nuestros cuerpos, ni tenemos ningún control sobre nuestros destinos. Todas las cosas van y vienen de forma natural. Lo que deba llegar llegara sin nuestra ayuda, y lo que deba partir, partirá por mucho que intentemos impedirlo. Esta es la Vía del Tao. Solo aquellos que la entienda pueden liberarse de la ansiedad del nacimiento, el crecimiento y la muerte.

SOBRE LA NATURALEZA DE PLEGARSE

La rama rígida de un árbol se partirá ante un viento fuerte, pero la blanda, doblándose sobrevivirá a la tormenta. Saber como reaccionar a la fuerza cediendo, y como absorberla con suavidad, es la clave da la supervivencia.
El plegarse es también el secreto para trascender los límites del cuerpo y de la mente. Solo quienes no luchan contra los elementos pueden fundirse con ellos; al hacerlo, pueden permanecer bajo el agua sin ahogarse y atravesar el fuego sin quemarse.
Por último, plegarse ante los acontecimientos naturales de la vida y de la muerte, de la ganancia y de la pérdida, nos prepara para cualquier cosa que pueda suceder. No saltaremos de alegría por las ganancias ni nos entristeceremos por las perdidas. Imperturbables ante el miedo, la ansiedad o el entusiasmo, seremos libres de decir lo que naturalmente nos venga a la boca, y de pensar lo que de forma natural nos venga a la mente, haciendo lo que espontáneamente nos salga del corazón.

SOBRE LA NATURALEZA DE LA ILUMINACION

La diferencia entre una persona iluminada y una persona no iluminada se halla en la relación entre la mente y el cuerpo y el yo y el otro. A veces las personas iluminadas ocultan sus capacidades. Y otras se comportan al contrario, presentando argumentos extraños y hablando en paradojas para despertar a los demás de la ignorancia. Pero, en cualquier caso, el sabio nunca critica ni se burla de los demás. Y sobre todo, para la persona iluminada, la iluminación es una experiencia comun y ordinaria alcanzable por todos.

SOBRE LA NATURALEZA DE LA ACTITUD

Existen actitudes que nos destruyen, como el orgullo, la competitividad y la venganza. Hay actitudes que nos liberan de la ansiedad y del estrés, como el desapego, la calma y la paz interior.
El considerar que algo es ofensivo o no depende de la actitud.
La comprensión y la comunicación también dependen de la actitud. Si escuchamos con una mente serena y no dejamos que nuestras ideas nos distraigan, entenderemos a los demás incluso antes de que hablen.
El aprendizaje también requiere la actitud correcta. Ya estemos aprendiendo artes o ciencias, o intentando adquirir el dominio de una capacidad física o mental, tenemos que disolver la barrera entre nosotros y lo que estamos aprendiendo. Por ello, en todo aprendizaje, el entrenamiento del cuerpo y de la mente es igualmente importante. Si la mente esta en calma pero el cuerpo no tiene una actitud de respuesta, no puede comunicarse a este ninguna intención. Si el cuerpo tiene una actitud de respuesta y la mente esta confusa, las acciones resultaran confusas.
Por ultimo, enseñar exige también una cierta actitud. Un verdadero maestro es alguien que reconoce sus limitaciones.

SOBRE LA NATURALEZA DE LOS ACONTECIMIENTOS

La fortuna y la desgracia, así como la vida y la muerte, vienen por si solas sin ninguna dirección ni control de nuestra parte o del ser supremo. Siendo esto así, ¿Por qué preocuparse de las cosas sobre las que no podemos hacer nada? ¿Por qué intentar predecir lo que puede suceder y anticiparnos con ansiedad?
El emperador de China construyo la Gran Muralla y silencio a la oposición en un intento de hacer que su imperio durara para siempre, pero su dinastía sucumbió tras su muerte. Podemos intentar tomar precauciones y asegurar las cosas para nuestros sucesores o para nuestros hijos, pero no esta garantizado que las cosas seguirán el curso que queremos.
Por ultimo, como no podemos controlar las circunstancias externas, lo único que podemos hacer es controlar nuestras reacciones ante ellas. Aceptar el destino no significa someterse a la fatalidad. Significa reconocer que muchas cosas están mas allá de nuestro control y que no somos los creadores de los acontecimientos. Al igual que todo lo demás, solo somos una parte del desarrollo de los acontecimientos.

SOBRE LA RELACION DE LAS COSAS

El que consideremos los acontecimientos como causa y efecto, respuesta a una situación, recompensa o retribución, una mera coincidencia o un accidente, depende de cómo interpretemos las relaciones entra las cosas y los acontecimientos.
Existen sucesos que no pueden ser explicados, y entonces los atribuimos a la suerte, o a estar en el lugar adecuado en el momento oportuno. Muchas personas no consideran que la suerte es un factor serio. Pero si estamos dispuestos a admitir que la suerte desempeña un papel importante en nuestra vida, seremos menos pretenciosos respecto al éxito y nos deprimiremos menos en los casos de infortunio. Igualmente, al aceptar simplemente que algunas cosas no pueden ser explicadas, será mas probable que las dejemos seguir su propio curso y que no intentemos hacerlas suceder o impedir que sucedan.

Y PARA TERMINAR

Los antiguos chinos decían que el gigante Pan-Ku, creo el mundo cuando separo el cielo y la tierra con una gran hacha. Las montañas y los mares cayeron en sus respectivos lugares; las hierbas y los árboles germinaron del suelo, y los animales empezaron a vagar sobre la tierra. Entonces, la diosa Nu tomo polvo amarillo, lo mezclo con agua de manantiales y formo una pequeña figura. Cuando la puso en el suelo,. Esta minúscula cosa salto, corrió e hizo extraños ruidos con la boca. Su nombre “humanidad”.
Los antiguos veían la vida como un don del cielo y reconocían que estamos hechos de la misma materia que las montañas, la tierra, las plantas y los animales. Tu cuerpo no te pertenece; su forma te ha sido prestada por el cielo y la tierra. Tu vidas no te pertenece; nació a la existencia con la interacción de las energías del cielo y de la tierra; tu mente y tu espíritu no son tuyos para que los controles; siguen el proceder natural del cielo y de la tierra. Tus hijos y tus nietos no son para que los poseas; no son sino escamas de tu piel, ya que la procreación te fue otorgada por el cielo y la tierra.
Puesto que la vida es un fenómeno natural, es mejor dejarla estar. No es necesario gastar tiempo y esfuerzo intentando moldearla o sujetarla con leyes y normas. Por el contrario, debemos utilizar nuestro tiempo para cultivarnos de forma que podamos errar sin saber donde vamos, asentarnos sin motivo alguno y comer sin saber como somos alimentados. A esto se llama olvidarse de si mismo, y realizar este estado de mente es alcanzar el Tao……v
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En el momento en el que os ilumináis, toda la existencia se ilumina. Si estáis en la oscuridad, entonces toda la existencia esta a oscuras. Todo depende de vosotros.
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Siempre que veáis que la sociedad esta en conflicto con la naturaleza, elegid la naturaleza… sin importar el precio. Jamás perderéis.
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El mundo es un lugar de ecos; si arrojáis ira, ira es lo que nos vuelve; si damos amor, amor es lo que recibimos……..v