martes

Atracción Fatal

Querid@s compañero@s tiichinetis: la historia que os relato a continuación, está basada en hechos reales vividos por mi modesta persona. Estoy seguro que much@s de vosotros os sentiréis identificados con ella. Bueno ahí va, espero que os resulte divertida.
ATRACCIÓN FATAL
Miré el reloj instintivamente ¡Dios mío, las tres de la tarde!. El tiempo había pasado volando. La polémica iba en aumento y las discusiones parecían no tener fin. El ambiente se iba caldeando y allí nadie parecía tener pensamientos de irse.
Yo estaba aguantando estoicamente, como siempre que nos reuníamos en el club. Hoy el tema había derivado desde la aeronáutica y el fútbol, hasta terminar¡ como no! con las féminas... ¡Ya os podéis imaginar! cada uno contando sus "batallitas" y habilidades de "ligones".
La verdad es que yo estaba poco participativo, no me gusta nada tocar un tema tan delicado y personal entre un grupo de amiguetes; en definitiva ¿Qué le importa a nadie si ligo o no ligo, si me gusta hacer el amor así o asa? ¡que no, vamos que no!.
Estaba yo liado con todas estas meditaciones, cuando por el ángulo que formaba la entreabierta puerta de la sala donde estábamos y la barra del bar, la vi.¡Dios mío¡ ¡que belleza!.
A partir de ese instante me quedé totalmente ausente, como flotando entre el humo y las voces de las acaloradas discusiones. No podía evitar por más que lo intentaba, que mis ojos volaran hacia ella con insistencia. La verdad es que el mirarla empezó a convertirse para mí en una obsesión; no me parecía ético que mis amigos pudieran darse cuenta de lo impresionable y enamoradizo que soy.
Yo la miraba sin cesar, ella estaba en el extremo del mostrador a unos cinco pasos de mi; su insinuante silueta, iluminada plenamente por un foco de la barra, se veía más bien rellenita, de formas turgentes, más bien apretadas diría yo. Pero eso si ¡No le sobraba nada!...Noté como se me hacía un nudo en la garganta y empecé a tragar saliva, algo por debajo de la hebilla del cinturón empezó a despertarse, lo cual me produjo una mayor inquietud.
Mi caprichosa mente, como siempre, empezó a jugarme malas pasadas, ya me la estaba imaginando junto a mi...poder tenerla muy cerca...tocarla...acariciarla...poder apretujar sus tibias y sabrosas curvas...¡Ah...! ¡La boca se me hacía agua! y la obsesión iba en aumento. Ella seguía allí sola, el bar estaba prácticamente vacío; hasta mi fina pituitaria empezaron a llegar oleadas de su fragante perfume, aspiré con fuerza... ¡Hummm..! aquel aroma acabó por despertar en mi un torbellino de bajas pasiones y un sinfín de apetitos insanos.
Yo la miraba..ella me miraba a mi..y sin pensarlo dos veces, me levanté con toda la energía que fui capaz y me dirigí directamente hacia el mostrador.
El corazón golpeaba con fuerza dentro de mi pecho como un corcel salvaje pom...pom...pom...pom...,sentía la sangre circular por mis venas a cien por hora, de mi mente había desaparecido todo cuanto había a mi alrededor ¡¡ Lo único que importaba era ella !!. Me fui acercando lentamente,¡ nunca una distancia tan corta me había parecido tan larga¡...estaba nervioso, conforme me acercaba notaba como abundantes gotas de sudor perlaban mi frente.¡ Parecía enteramente un quinceañero que se acercaba por vez primera a su chica soñada.¡
Un paso antes de llegar a ella, la voz del solícito camarero me paró en seco..¿Qué desea el señor?..Yo, un poco pálido por la emoción, con voz trémula y acongojada acerté a preguntarle en voz muy queda, señalándola con un discreto pero clarísimo gesto de la cabeza.. ¿la espera alguien?...
Mis ojos escudriñaban con ansiedad los labios del camarero esperando su respuesta con el corazón encogido por el temor... ¡No!, aquellos segundos hasta que llegó aquel maravilloso ¡¡ No!! Fueron interminables. Al oírlo, ya no pude resistir más...¡¡ La tomé sin ningún pudor... y ante las atónitas miradas de mis amigos, que al verme salir tan apresuradamente se habían apiñado junto a la puerta ¡¡ Empecé a morder sin contemplaciones aquella exquisita pata de cordero ¡¡ .
F I N
Escrito por: Antonio Nieto

No hay comentarios: